[...] El profundo
conocimiento del idioma de cada ópera que cantamos es muy
importante, no sólo para que podamos entender lo que cantamos, sino
sobre todo porque el estilo musical tiene mucho que ver con las
características de ese idioma. Y con una
dicción correcta ya se puede resolver la mitad del
problema musical. [...] No suena «correcto» si no se conoce el
idioma y se canta con acento extranjero, y el resultado no será
nunca satisfactorio.[...] En más fácil quitar un acento en
el canto que en la lengua hablada: se tiene que trabajar cada vocal, cada
consonante, cada sílaba, intentando pronunciar todo de la forma
más perfecta posible. Este tipo de perfección, osea esta
«pronunciación correcta», es estilisti-camente una
parte esencial de cada ópera. [...]
NICOLAI GEDDA en
MATHEOPOULOS, H., 1988.
Bravo Berühmte Sänger über
ihre großen Rollen. Munich: Kindler